La cultura ágil surge como respuesta a las exigencias del mercado de generar servicios y productos de manera más rápida y eficaz para satisfacer las exigencias de los clientes en un entorno cada día más competitivo.
Los tiempos han cambiado y las empresas que desean seguir en el mercado deben adaptarse a la nueva dinámica global de hacer negocio, que varía de un día para otro.
Las compañías están llamadas también a centrarse en las personas, fomentar el aprendizaje y la mejora continua asumiendo el conocimiento como fuente de valor y de riqueza.
Con esto en mente hemos preparado este post donde analizaremos qué es la cultura ágil, cuáles son sus principios, valores, cómo incorporarla en todo tipo de organizaciones y el papel de la tecnología en este proceso.
Es una forma de trabajo que nació en el año 2001 en la industria del desarrollo de softwares. Hoy, gracias a las ventajas que ofrece, se ha adaptado y extendido a otras industrias con excelentes resultados.
La cultura ágil o agile, en inglés, es una filosofía de trabajo que adopta un abordaje colaborativo para ajustar la forma en que un equipo realiza sus funciones a las exigencias del proyecto, para ejecutarlo de forma rápida, flexible y adaptada a las circunstancia, logrando la plena satisfacción del cliente.
Más allá de seguir un proceso, agile es una nueva mentalidad de trabajo y por esta razón su introducción a las organizaciones requiere que todos sus miembros entiendan para qué se hace cada práctica y se comprometan.
En pocas palabras, la cultura agile es un modelo que permite reconfigurar estructuras, estrategias, personas, tecnología y procesos de manera rápida y eficaz con el objetivo de captar oportunidades, al mismo tiempo que se crea y preserva valor.
Las organizaciones con cultura ágil obtienen ventajas competitivas en condiciones volátiles, inciertas, complejas y ambiguas.
La metodología agile fue creada y se rige por los siguientes principios:
Veamos entonces con más detalle cuáles son los cuatro valores en los cuales se sustenta esta filosofía de trabajo:
Las personas son lo más importante y están por encima de los procesos.
Es decir, que los procesos y herramientas deben ser solo un apoyo para la capacidad creativa e innovadora de las personas y los equipos de trabajo, en el cumplimiento de los objetivos.
La satisfacción del cliente y la calidad de producto final son más importantes que un documento detallado sobre el producto o el servicio.
El feedback temprano con los clientes ayudará al equipo a desarrollar mejor el proyecto.
Este valor sugiere que en realidades cada vez más dinámicas y cambiantes, tiene más sentido ir creando el producto con la retroalimentación de los clientes, pues en esta cultura este es un miembro más del equipo de trabajo.
Flexibilidad y adaptabilidad ante los cambios para ser competitivos en un entorno volátil.
La filosofía ágil es un modelo de trabajo que se encuentra basada en los valores y principios que nombramos en los segmentos anteriores. Los métodos y herramientas más usados hoy en día son los siguientes:
A continuación, revisaremos las ventajas que adoptar esta metodología de trabajo aporta a las empresas:
Esto se logra con la constante comunicación y sinergia que existe tanto entre los equipos de trabajo involucrados en el proyecto como con el cliente.
Gracias a esta colaboración, es posible conocer directa y oportunamente las necesidades del cliente y las dificultades que los equipos de trabajo van encontrando.
El resultado final será un producto o servicio de alta calidad y perfectamente ajustado a las necesidades del cliente.
El cliente conoce de primera mano cómo avanza el proyecto, ya que está en contacto permanente con el equipo de trabajo durante todo el proceso y podrá dar su feedback sobre cada una de las tareas que se van completando.
En la cultura agile es muy importante que el cliente se involucre y aporte su punto de vista: es por eso que cada vez que el equipo termina una tarea, informa a este lo que han hecho hasta el momento.
El contacto permanente crea lazos entre los miembros del equipo generando sentido de compromiso y responsabilidad entre ellos y con la ejecución eficiente del trabajo.
Además, a medida que avanzan el proyecto se produce un sentimiento de optimismo y todos los miembros se entusiasman por llevar el proyecto a feliz término.
Todas las partes del proyecto se desarrollan al mismo tiempo y esto permite una reducción de costos y de tiempo en la eficiente conclusión del mismo.
A su vez, el cliente se implica en el proceso aportando sus ideas sobre aquellos aspectos con los que no está conforme, para ir corrigiendo los errores sin necesidad de esperar hasta terminar todo el trabajo.
Este tipo de organización permite reducir los tiempos de ejecución y disminuir los costes, aumentando la productividad de la empresa.
Como una forma de ir rentabilizando el producto a medida que se va desarrollando, la cultura agile contempla la posibilidad de pactar con los clientes para recibir pequeños pagos por las etapas que se van terminando una vez que estas reciban el visto bueno.
Esta metodología se basa principalmente en la conformación de grupos multidisciplinarios de trabajo y la fragmentación de proyectos para hacer más eficiente su desarrollo y ejecución.
Por otra parte, establece una sinergia permanente entre el cliente y los equipos de trabajo para corregir los errores que surjan y agregar valor.
Esta filosofía de trabajo nació especialmente para las empresas desarrolladoras de softwares. Sin embargo, se adapta perfectamente a cualquier proyecto de autónomos, pequeñas start-up o grandes compañías, sea cuál sea su rubro, cumpliendo con los 9 pasos que presentamos a continuación:
Es importante recordar que la adopción de esta metodología de trabajo requiere necesariamente el compromiso y cambio de mentalidad por parte de todos los miembros de la organización.
Existen dos razones principales para que la metodología agile deba ir tomada de la mano de la transformación digital y son las siguientes:
Como lo señalamos en segmentos anteriores, la adopción de esta metodología supone en sí misma un cambio en la manera de trabajar que modifica la cultura empresarial, facilitando el proceso de transformación digital.
La cultura y la forma de hacer las cosas en las empresas tradicionales no apoyan con facilidad los cambios tecnológicos y la innovación. Esto es realmente un problema a la hora de hacer una transformación digital rápida y eficiente.
Para que una empresa triunfe y sea rentable, es necesario que sea flexible, innovadora y capaz de adaptarse a los cambios de forma rápida y eficiente.
Agile es un método de trabajo flexible y dinámico que prepara a la empresa para adaptarse a los cambios y abrazar la tecnología, proporcionándole mayor velocidad de respuesta a las continuas variaciones del mercado.
¡Llegamos al final! Esperamos que toda esta información le sea de provecho para hacer su negocio más rentable y competitivo.
No olvide que para que una empresa tenga un crecimiento sostenido y sustentable, debe evolucionar y adaptarse a las necesidades y los cambios generacionales.
Adoptar la cultura ágil aumenta la productividad de las empresas debido a que contribuye con el máximo aprovechamiento del potencial de cada uno de sus colaboradores, disminuyendo así el tiempo y los costes de ejecución.
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